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Para jugar a full, una PC bien a tu medida

Clarín.com - 2 Oct 2007
Marcelo Bellucci.

Con los detalles gráficos como motor y una inteligencia artificial cada vez más admirable, los juegos de computadora son las ruedas que hacen girar a la impalpable industria cibernética. Claro que para explotar ese bendito realismo se precisan equipos que compitan en potencia y velocidad con un servidor.

No es casual que el temor de los fanáticos sea no poder entrar al juego por una limitación de su hardware. Así, el universo de los "gamers" se divide entre quienes se conforman con lo que salga a mínima resolución (unos 640 por 480 pelados) y quienes no quieren resignar 1 píxel de calidad para ver como Dios manda. Una buena medida es 1280 por 1024, mientras que el formato clásico es 1024 por 768 píxeles.

La lógica indica que las exigencias aumentan en forma proporcional al valor total. Para saborear un título de última generación hay que contar con una máquina que escape a los estándares del hogar y la oficina. Porque, además de un súpermicrochip, hay que disponer de una placa de gráficos que procese una importante cantidad de imágenes por segundo.

Según afirman los expertos, para mantener el equipo en forma los gamers actualizan sus circuitos al menos una vez al año. La intención es amortiguar la renovación total que se da cada dos años, tiempo estimado de vida que tiene una máquina para jugar. Lo más frecuente es reemplazar el micro y, si la mother lo permite, agregar un banco de memoria extra.

El secreto para lograr compatibilidad con la mayoría de los juegos top -se trate de una compu de marca o un clon- es alcanzar un equilibrio entre las partes medulares. De nada sirve tener el primer procesador sin una placa gráfica adecuada o suficiente memoria. Aquí, consejos y pistas para contendientes virtuales.

El cerebro. A la hora de elegir el micro, Sebastián Szocs, ingeniero de aplicaciones de Intel, cuenta que los puntos fuertes son "un buen ancho de banda en el bus frontal para que la comunicación del procesador con la placa madre sea fluida, y para aquellos juegos con demanda de la física o inteligencia artificial, una memoria caché de 2 a 4MB".

éLuis Fernandez, especialista en tecnología de AMD, aconseja "estar atentos a las actualizaciones que pueda sacar el chipset y fijarse los parches que ofrecen las placas para optimizar el rendimiento." Una excelente página para usuarios de AMD es www.amd.com/la-es, con información para jugadores y con actualización o parches para los distintos modelos de microprocesadores.

El corazón. La placa gráfica es el componente decisivo. Hay dos fabricantes de chips para estas placas: Nvidia y ATI. Un chip viejo puede tolerar un juego con alto despliegue, pero sin una placa fortachona todo se viene abajo.

A la hora de elegir una, Rodrigo Márquez, gerente territorial de MSI -fabricante de placas-, apunta que "la cantidad de memoria de la placa no es tan determinante como el procesador gráfico. Es mentira que más cantidad de RAM acelere el rendimiento." Y puntualiza: "Para correr los juegos más frescos, dentro de NVidia, la serie 6200/7100 es la base y el tope lo constituye la 8000".

Otros aspectos a considerar son: que tenga salida de HDMI, para unificar en un sólo cable la conexión de audio y video con el monitor; que sean del tipo PCI Express, porque el ancho de banda por donde pasan los bytes es más amplio; y que traiga salida TVOut, para los que quieran combatir frente a una tele enorme.

Un tema que va atado a la placa gráfica y al micro es el calor que genera. Como estos procesadores levantan mucha temperatura, al llegar a un límite es probable que el equipo se cuelgue o bien se autoreinicie. Para refrigerarla, es conveniente agregar algunos ventiladores suplementarios u otro sistema de enfriamiento.

A medida que la potencia de los componentes se amplía, también se incrementa el consumo de corriente interna. Para alimentar esta usina hay que colocar una fuente de energía más poderosa. Las típicas que vienen con el gabinete son de 180 a 300 watts, aunque lo conveniente es una de 450 watts reales (us$70).

Ojo con los ojos. Los monitores apropiados son los de LCD, que ocupan menos espacio, son más facheros, consumen menos energía y, sobre todo, al eliminar la tasa de refresco evitan el molesto parpadeo que fatiga la vista.

Salvador Crespo, gerente de territorio de ViewSonic, dice: "la tendencia son los monitores en widescreen de 19 a 22 pulgadas. Porque además de recibir mayor información, en los juegos, las secuencias cinematográficas cobran cada vez mayor importancia." Con los de 20/22 se puede lograr la tan cotizada alta definición de 1680 por 1050 píxeles. Es básico que la placa de video tenga salida HDMI.

Para evitar bordes indefinidos y fantasmas, es crucial calibrar colores, brillo y contraste desde el monitor. Los más sofisticados incluyen lectores de memoria, entradas USB, microfonos ultrasensibles y conectores MP3.

Un mundo de sensaciones. Un mouse de gran precisión, un teclado con comandos personalizables, unos parlantes de gran impacto y auriculares con micrófono, son piezas tan determinantes como las anteriores. Para no hablar de los volantes con pedales, los joysticks y los gamepads con force feedback. La sensibilidad en un mouse puede ser la diferencia entre un disparo certero y un traspié. Unos auriculares como los Plantronics Audio 350 sirven para dar y recibir órdenes durante una partida comunitaria, mejora el audio y anula la resonacia de fondo. Y como para hacerla completa, otro buen complemento serían los parlantes de dos a cinco satélites más subwoofer.

http://www.clarin.com/suplementos/informatica/2007/10/03/f-01511198.htm

 

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